Esta entrada se
pasó de largo y debiera ir antes que la de ayer. Cosas que pasan.
Bajamos del
aeropuerto, tras más días de los previstos, en Leh. Esta pequeña ciudad se
encuentra en pleno Himalaya y a cierta altura. Aquí ya notamos los síntomas y
una ahogo continuo. Ahogo que se hace mucho más palpable el día que decidimos
subir a un monasterio situado sobre la población.
Bulliciosa,
multitudinaria, llena de vida y de polvo. Aquí estaremos unos días aclimatando
y haciendo los preparativos para pasar 20 días en la montaña.
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