Y por fin
legamos a nuestro destino. Shafat, un lugar en medio del Suru Valley. Se trata
de un gran prado terroso rodeado de paredes con todas las orientaciones y con
un gran puente que te permite cruzar el río y acceder a otras tantas rocas. De
aquí también parte la aproximación a las vías normales del Nun y el Kun, los
dos gigantes de ascensión clásica de esta parte del Himalaya.
Estamos junto a
la pista, lo que te da mucha vidilla a la hora de preparar la logística, así no
nos privamos de mucho: tienda-cocina, por supuesto con un cocinero estupendo;
tienda-comedor; grupo electrógeno, veintitantos kilos de jamón de Teruel,
chorizos, salchichón, lomo embuchado…Para las barritas.
Ahora solo queda
ver lo que nos rodea, observar y delimitar objetivos.
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