Un festival de
música siempre es motivante, si te gustan los grupos que tocan, claro. En este
caso, entre otras cosas interesantes estaba Angel Stanich en Ayerbe. Motiva,
así que nos ponemos en marcha un grupo de la Alta Ribagorça. Para complementar
toca Riglos a la sombra. Ahí tenemos dos elecciones: o las caras norte o las
profundas chimeneas. Esta vez casi atrae más lo segundo, así que comenzamos por
la Quinta.
Con Victor nos
encarrilamos hacia ella. Llegados a inicio tenemos una cordada delante, vaya putada
porque en una chimeneas te vienen todas las piedras directamente y caen, bueno
caen si no controlas lo suficiente. Dudamos y al final le metemos y que sea lo
que Dios quiera.
Vamos haciendo
hasta llegar a la R5 dónde un miembro de la cordada delantera tiene problemas y
le echamos un cable.
Acabamos la
chimenea y nos ha parecido realmente buena, bonita y entretenida. La roca es de
calidad e incluso con algunos tramos (los más difíciles) sobre roca pinchosa,
buenísimos. A partir de aquí puedes abandonar a pie, de hecho ya termina la
chimenea, pero también puedes ascender hasta la misma cima de la Visera por un
par de largos abiertos recientemente por el sendero límite.
También son de
muy buena calidad, aunque más difíciles que lo de abajo. De rodas formas el
generoso (muy generoso) equipamiento que encontraremos a lo largo de todo el
recorrido hace que no tengas ningún problema en caso de pinchar.
Tampoco sabemos
muy bien que son estos largos, puesto que no aparecen en la reseña, pero nos
dijeron sobre el 6a. Bueno, de 6a vemos poco, Nos parece 6b el magnífico muro
del primero y 6c la salida de la panza del segundo. Perfecto final.
A pesar de todo
hemos sudado bastante abajo y menos arriba.
Bajamos,
recuperamos sales y comemos algo.
Nos ponemos
nuestras camisas de flores y para el festival.
El resto de la
noche muy bien.
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