Y con esta vista desde la Falaise d’Arrayoulet hacia el sur doy por terminadas las entradas sobre las Vallées des Gaves. Ahora otros lugares aguardan, otros proyectos, que también pasan por allí aunque ya quedan colgados para otro año. El verano volverá y las montañas seguirán ahí.
Para finalizar una etapa y un libro, que mejor forma de hacerlo que con una costellada en Gèdre, rodeado de buenos amigos. Gracias todos cuantos me habéis ayudado, de una u otra forma, especialmente a Jean-Michel.
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