lunes, 26 de agosto de 2013

EL PURO - FIESTA VIKINGA

Tras la vía del Dispensari, yo tenía algunas opciones medio-miradas. Nico me desmonta la película y casi me obliga a hacer la Fiesta Vikinga al Puro. Esta aguja es un pirulo impresionante y totalmente vertical pero que pasa casi desapercibido al confundirse con la pared de atrás, de estar sólo sería el símbolo de la comarca, sin duda alguna. No muy convencido, acepto la propuesta y encaramo el primer largo. Tras dos chapas, ya estoy convencidísimo de que ha sido una excelente elección. La vía, a pesar de su corta longitud (era lo que no me convencía del todo) es una verdadera maravilla de la continuidad. Un muro plagado de agujeros de todos los tamaños y en el que debes ir navegando suavemente y jugar bien tus cartas hacia derecha e izquierda para llegar contento a la role. Lo que sigue es bastante más sencillo pero igual de vertical y de bonito. A la bajada, el cuerpo te pide más y repetimos en la vecina Birmana, rasgándole unos minutos de placer al día. Una escalada inolvidable a combinar con cualquiera de sus vecinas. A nosotros ya se nos acabó la fiesta puesto que el sol acechaba y el médico me esperaba. Un breve bañito (en mi caso tipo gato) y para la city. Sin duda alguna volveré a semejante falo pétreo. Aprovecho la ocasión para incluir también la reseña de la recientísima Cinderella, cedida por sus aperturistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario