Una vez finalizada la Gutz, descendemos un rato por el camino hacia Zuriza y nos dirigimos hacia el inicio de Biba Fidel. Esta vía se compone de tres partes separadas por repisas:
-Parte 1: diedros con roca de calidad variable, hay de todo (ojo a lo que nos cogemos) y grado amable en general.
-Parte 2: aquí ya hay que aplicarse un poco más en determinados tramos, el espolón se empieza a definir, aunque aún tímidamente. Tramos muy buenos, complementados con otros de auténticos tetris (segunda mitad del L8).
-Parte 3: brutal, un espolón absolutamente perfecto y que, vagamente, recuerda al de la Zaratrustra. Roca increíble y largos inigualables, que compensan de sobra las penurias descompuestas de más abajo.
Muy recomendable.
Para la bajada había que probar algo diferente. La normal, caminando una vez y no más Santo Tomás. Rapelar la vía, como que no convence demasiado. Quedaba pendiente probar el descenso por el Barranco de Espelunga, que equiparon Picazo y compañeros hace un tiempo. La pinta era buena y así lo hicimos.
Creemos que, de lejos, es la mejor bajada para todas las vías situadas a la izquierda del barranco (Urdaburu y alrededores). Cómoda, rápida, bonita y al fresquito. Salvo que baje bastante agua (creo que casi nunca). Si tienes ganas y te lo trabajas un mínimo, sólo es obligado un rápel, el resto se destrepa o bien por el mismo sitio del rápel, o bien por un lado.
El croquis es un apaño respecto al original, hecho después, en el bar y de cabeza. La próxima vez que baje llevaré a mano el papel y el Boli y lo mejoraré (ese día me hacía mandra).
No hay comentarios:
Publicar un comentario