Una de las cosa que eché de menos en el anterior viaje fue bañarme un rato flotando en el Mar Muerto.
Situado en el punto mas bajo de la tierra, mas de 400 metros bajo el nivel del mar,
tiene como 7 veces mas sal que otros mares. Esto impide cualquier forma de vida en su interior y que puedas hundirte. En realidad es un lago, pero le llaman así.
Bajar a el no resulta tan fácil ni evidente como pudiera parecer, el terreno es tieso e inestable y existen pocos senderos que desciendan.
En uno de ellos, un barullo típico del país ya te pone de los nervios, el camino de bajada tampoco está muy claro. En otros, unos chavales se han adueñado del parking, montando su chiringuito y te cobran por aparcar y bajar. En otros, los grandes hoteles han hecho lo mismo, pero de forma legal y te cobran un pastón.
Al final encontramos una playa desolada y mas accesible pero con gran vendaval que tampoco invita y además se ha hecho tarde.
Una pena, pero seguiré sin mi foto bañándome y leyendo mientras floto como un patito de goma.
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