Bajo las laderas
norte de la Serra de Sant Gervàs existen algunos pequeños pueblos, situados en
un entorno idílico y muy relajante. Uno de ellos es Corroncuí. Sobre el se
observan unas pequeñas paredes, poco interesantes si les damos un rápido vistazo
desde la carretera. Pero si subimos hasta la base, esta primera visión cambia
radicalmente.
Se le puede
achacar su escasa longitud, con un máximo de 20 metros en las mas big Wall,
pero queda compensado por la belleza del entorno y de los mismos itinerarios.
La zona se
divide en dos subsectores, el de la derecha (fotos) cuenta con una bonita aguja
y una pared principal, que forma un pasillo. Aquí existen vías para todos los
niveles, desde V+ hasta 8a y posibilidad de escalar durante todo el año,
incluso en verano.
Pienso que, a
pesar de su alejamiento de grandes núcleos habitados, este sector aún triunfará
entre el público mas inquieto.
Isaac en las
fotos.
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