Bonita pared en un bonito
entorno, con el mar de fondo cercano. Situada en un enclave elevado y
relativamente tranquilo. Repleta de itinerarios de dificultad baja y bella escalada.
Murió de éxito, como tantas otras. Su elevada frecuentación la ha convertido en
una verdadera pista de patinaje. Para mi, está muerta y enterrada, toda la belleza
que pudiera tener, desapareció con su tacto.
A pesar de ello, continúa
siendo visitada una y otra vez. Cada fin de semana numerosas cordadas dan aquí
sus primeros pasos o perfeccionan su técnica, mientras otras paredes continúan
en el más absoluto de los olvidos. Misterios de la vida.
Desde el aparcamiento, si
miramos hacia abajo, al fondo del valle se aprecia un coche hecho trizas. No es
otro que el utilizado al final de la película Perros Callejeros.
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