A los pocos días de abrir el Desliz, en la Pared de Aragón, Ferran sugirió añadirle una parte inferior.
Miramos hacia otro lado, hacía mucho viento y ruido de fondo, no se oía nada.
Disimulamos porque sabíamos lo que eso significaba: varios días de esclavitud vertical, limpiar a saco y sobre todo un largo regreso en subida, cargados y sin camino. Esto repetido unos cuantos días.
Como ya habíamos pasado por ese trance en Antiparkes, el asunto era hacerse el muerto y a ver si se le olvidaba.
Pasó un tiempo y Ferran volvió a sugerir. Así durante unos cuantos meses, alternativamente.
Al final, como estas cosas terminan por perderme, asiento y accedo.
Intentamos coordinar también con Sidi, pero en el último momento no es posible.
El primer largo es un gran diedro naranja que comienza unos 5 metros a la izquierda de Antiparkes y que ya me miré la otra vez.
El aspecto desde abajo es bastante asqueroso, pero una vez dentro la cosa cambia, sobre todo ahora que me pasé una hora tirando bloques y tierra para abajo.
Al final del diedro y cuando este se decanta hacia la izquierda y se pone más liso, Ferran lo abandona hacia la derecha y termina en la R1 de Antiparkes.
Un larguito fácil y en común nos deja en la gran e inevitable feixa.
Nos lo miramos y decido hacerle caso a Ferran, sin tenerlo muy claro. Subo por un gran tubo rojo muy original pero un poco costroso y totalmente liso, sin ni una fisura. Lo que obliga a colocar chapas.
La escalada resulta muy curiosa y original. Lo abandono en un punto estratégico que me manda por unas viras y diagonales hasta un techo y la reunión.
Ahora estamos a la altura del desplome dónde su vecina hace bastantes pasos de artificial, unos 10 metros a nuestra derecha.
Sorprendentemente se ve en libre, chollo.
Con sólo un par de chapas se supera este tramo, ahora ya estamos dentro del sistema de diedros que deberá conducirnos a la Feixa dels Espàrrecs.
Un primer tramo muy roto (ahora más saneado) da paso a la roca perfecta que caracteriza esta parte de la pared.
Desde la reunión se eleva ante nosotros un estupendo sistema de fisuras y diedros grises con una pinta excelente. Tras subir 50 metros por el, todo a base de friends y algún fisurero, llego a la feixa. Ferran se pasa un buen rato terminando de quitarle tierra y bloques. Imaginamos que ahora ha quedado el mejor largo de la vía, a pesar de ser sólo V+.
En vez de hacer una corta trepada, nos desplazamos por la feixa a la izquierda y abrimos un nuevo pequeño largo que nos deja directamente en el inicio de la parte superior de El Desliz.
La otra vez no quedamos totalmente contentos con como quedaron parte de los dos largos iniciales. Así que como tenemos tiempo y estamos justo aquí, aprovechamos para enderezar el final del primer largo, cambiar la reunión de sitio, abrir el inicio del segundo largo y apañar la R2 que la otra vez nos quedó rarilla.
Ahora se ha convertido en un viote de 500 metros que podría pasar rápidamente a la categoría de clásica de la Pared de Aragón
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