En esa época no había tanta elección de itinerarios para escalar en Sinsat como hoy en día.
La voie du toit nos pareció una buena opción y no defraudó en absoluto. Excelente itinerario con una primera parte en libre sobre roca excelente, variada y plena de sensaciones. Todo el rato no puedes dejar de mirar el enorme techo que te domina y que sabes que deberás recorrer dentro de un rato. Cuando te acercas lo ves aún más tremendo, enorme, amenazante, pero reequipado.
Menos mal, por que tamaño pedazo de desplome con los burilillos originales, tan pequeños como podáis imaginar, nos hubiera hecho pasar demasiado miedo. Los paraboles gordos te dan confianza y disfrutas sin pudor del vacío absoluto bajo tus pies. El desplome del último largo termina de arreglar el tema y ya te cura de espantos y aprensiones al patio. Llegados al plateau somital lamentamos no conocer bien la zona, para poder bajar andando y nos engulle de nuevo la pared para deslizarnos por dos grandes hilos de araña y otros tantos rápeles ya menos impresionantes.
Altamente recomendable para disfrutar de la buena roca de Sinsat y ver patio.
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