martes, 7 de abril de 2009

EL TRIÁNGULO

No, si seguir seguiré, quizás a otro ritmo, seguramente por otros derroteros y con cambios sustanciales que ya se irán anunciando con el tiempo. Algunas cosas hay que hacerlas con bastante caña, otras doucement.
Ayer, junto con Oriol, fuimos a finalizar cuentas pendientes en El Trángulo (Talló d’Aulet). Los puntos y la herida de mi oreja me cortan de ir a escalar vías largas, por el momento, así que hacemos un mix. Itinerarios de 45 o 50 metros y colocación de algunos artilugios en las fisuras.
A pesar de haber salido un artículo en Desnivel, esta zona no se ha masificado, como por ejemplo la muy de moda Margalef. Se conoce que los 45’ de aproximación limitan. Veo difícil que tan magníficos itinerarios lleguen nunca a pulirse. Somos conscientes que de aquí bien poco se acaba la época de esta pared, pues el calor será insoportable. Gracias a tener amigos con 4x4, sólo pateamos 5 minuticos y de bajada, bien para que el sudor no infecte la herida.
Comenzamos por la supuesta segunda ascensión del Cutriedro Josonio (1), un magnífico diedro vertical con buena fisura, cuando llegas a ella. Para nuestra sorpresa encontramos bastantes más clavos de los esperados, con bien poco material ya pasabas. Como Oriol iba bien provisto y entraba casi todo a caldo, sólo chapa uno de los 8 o 9 que había. Preciosa ascensión en diedro técnico de 6a+ de 35 mts. y perfecta para calentar de cara al siguiente objetivo.
Ya hacía días que le tenía ganas a esta fisura, que aún no tenía rot punkt. Se trata de un segundo largo, que empalmas con el anterior (6a+ de 20 mts.) equipado. Una magnífica fisura de dedos que se va ensanchando progresivamente, para pasar a manos, durante unos 25 o 30 metros Sólo encontraremos un par de clavos, el primero protege una sección dónde la fisura se estrecha demasiado y retuerce de manera que no entran cosas demasiado fiables, el segundo evita colocar un perro en una laja un tanto dudosa. El resto queda todo a cañón. Desde abajo, ya vemos que a pesar de la limpieza realizada hace un año, algunas hierbas han reclamado el lugar que les corresponde por derecho, luego vemos que no es para tanto.
Le metemos y no defrauda ni lo más mínimo, bien técnica y sostenida, un disfrute para los amantes del género, aunque sea en caliza. La Fisura Estozolante (2) queda con una graduación de 6b+, aunque igual es 6b, pero por no collar en este tipo de cosas. Meter los perros cansa bastante más que la escalada en sí
Entre medio hacemos alguna otra clásica de la pared y acometemos uno de los últimos casi interrogantes: Ignis (3). El primer largo ya lo habíamos hecho la vez anterior y quedó como 6b+, esta vez me parece un buen 6b+, de esos que no rebajarán. Ya le tenía dado un tiento a la continuación, así que sólo quedaba rematar el empalme. Un tramo de tres chapas dónde parece imposible que te aguanten los pies en tan leves relieves, sólo gracias a la adherencia fuera de lo común de esta roca, es posible subir con una dificultad de 7a+. Una vía de 55 mts y 22 seguros. Lo peor, aguantar la respiración y pasar volando junto a un enjambre enorme, situado a mitad de la vía, justo a la derecha.
Y con esto y un bizcocho, ya sólo queda por resolver un itinerario, el Toro Resabiao (4), con un L1 que debe andar por el 6c, una vez le pasemos el cepillito y con una continuación de posible 8, por eso se queda para la última.
Si os gustan las placas, os recomiendo el sector muy vivamente, aunque a partir de ya, mejor en días nublados.
Para ilustrar la entrada incluyo una foto anterior, de Araceli.









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