EL PINGUÍ

Después de unos días fuera y toda una serie de cambios con futuro incierto, una pequeña desmotivación momentánea hace que introduzca menos post que lo habitual en mi pertrecha máquina tonta.
El mes de Abril se me presenta con bastante, quizás incluso demasiado, trabajo por delante y el ritmo bajará inevitablemente. A parte, ya veremos como evolucionan las ganas. Siempre hablando de la máquina tonta, porque de escalar y afines, suben día a día.
Pero bueno, seguiremos con el hilo dónde lo habíamos dejado.
Encontramos El Pinguí, eclipsado por la magnífica atalaya de la Bessona Superior, siendo una de las rocas de mediana altura en la región, con alguna vía clásica y buena roca por todas sus vertientes (bueno, en realidad la Oeste la desconozco).
Constituye un buen punto intermedio para encadenamientos, por ejemplo: Vespa-Pinguí-Bessona Superior, o mejor aún Esquelet-Pinguí-Bessona Superior.
-Xemeneia: clásica, sencilla y frecuentada opción en la cara Sur, el equivalente a las Arestas Brucs, pero con la típica chimenea Montserratina. De aquellas que todos buscamos y escalamos en nuestros inicios.
-Síndrome de abstinencia (el mono): el vertical muro situado en la estrecha canal entre el Pinguí y la Vespa siempre era objeto de nuestras miradas y deseos en las idas y venidas por la canal, hasta que nos decidimos a darle un tiento. Roca excelente y una buena pared toda para nosotros. El primer largo salió redondo, con un paso difícil, pero medio largo bastante derecho, luego todo venía a menos. El segundo largo resultó un poco decepcionante por la poca dificultad y convertía al itinerario en poco homogéneo y un tanto mediocre. Es lo que daba de sí.

Eran los tiempos de las bandas, cada grupo se ponía un nombre y se inter-relacionaban, nosotros éramos Peor Imposible.
-Vull surtir d’aquest infern: tengo vagos recuerdos de esta vía, pero recuerdo que no nos pareció muy estético cruzar el síndrome y escaquear la parte inferior de la pared, la más interesante. Habrá opiniones de otra índole.