sábado, 16 de mayo de 2015

CINGLE DE LLEDÓ

Arenisca de buena calidad. En muchas paredes del Montsec, y otros macizos, aparecen troncos de diverso tamaño empotrados en la roca. Aprovechaban agujeros y grietas, empotrarían los troncos y a estos les atarían escaleras. Su objetivo debía ser el llegar a panales naturales para recolectar miel. La gracia del asunto es que en esta pared encontramos emplazamientos en puntos realmente inverosímiles y totalmente increíbles. Muy arriba y sobre zonas desplomadas y lisas. No se si alguien ha estudiado realmente este tema y puede arrojar un poco de luz, porque viendo estos, la teoría de la miel no se si me sirve.

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