La Falaise de Pragneres la situaremos sobre la carretera entre Luz-Saint-Sauveur y Gédre, más cerca de esta última población. Se trata de una alta pared (hasta 200 m) pared de roca esquistosa. La calidad por lo general es excelente, pero únicamente posee un par de itinerarios. Más que un par podríamos decir uno y medio, puesto que uno de ellos finaliza a mitad de la pared y se podría (debería) continuar hasta más arriba.
En ocasiones nos ofrece largos espectaculares y magníficos, gracias a la calidad de la roca y las formas que esta nos ofrece, en forma de agarres entre grandes y enormes. Las posibilidades para nuevas aperturas son enormes, sólo faltan los currantes, que parece no hay muchos (o se afanan en colar vías y vías entre las ya existentes en paredes famosas y dónde no entra ni un alfiler).
En cuanto a la aproximación es de unos 30 o 40 minutos bastante tiesos. En nuestro primer intento no pudimos subir por la cantidad de árboles caídos sobre el pequeño sendero. Tras comunicarlo a los amigos, algún alma caritativa lo arregló y al siguiente verano pudimos llegar a la base y disfrutar de su roca diferente. En las fotos aparece Pascal.
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