El día de la Virgen del Pilar, junto con Oriol, abrimos la vía que lleva su nombre, hasta la R8. Una buena tormenta dejó empapada la pared y nos hizo desistir de terminarla esa jornada, una pena porque tranquilamente la hubiéramos rematado en un solo día. No pusimos muchos seguros, salvo las reuniones y algún paso aislado. Quedaba un itinerario fácil, medio que estaba bien pero que tampoco mataba y tirando a expo. Otro día regresé con Rosana y acabé el último y entretenido largo. Al poco tiempo, me apetecía abrir algo más fácil todavía y las tumbadas placas de la izquierda parecían ofrecer esa posibilidad. Esa si que la abrimos no en un día, casi en una mañana. Hasta aquí todo a mano y con la ayuda de algunos spits.
Ambas vías, a pesar de haberse repetido en alguna ocasión, ofrecían todos los bonos para no escalarse nunca y con bastantes posibilidades de pérdida en un mar de placas fáciles dónde puedes subir por aquí o por allá o por un poco más acullá. Sólo un camino aproximado conduce al seguro y a la reunión. Me quedó el rencor de que podía haber salido algo más decente y apto para repetirse regularmente. Edu, se apuntó en un par de ocasiones, junto a Mage y Solé alternados. Y las equipamos un poco más que originalmente. Sin ser unas ristras de chapas, ahora ofrecen una escalada fácil y que medio se salva de la quema.
Una nota curiosa fue que al llegar a la R3 de Sossis, estuve un rato dubitativo y buscando la sabina dónde se emplazaba la reunión original, para pasarle unos cintajos y montarla. Busca que busca, que estaba aquí, seguro que si, que lo dice el papelito, pero que allí no había nada. Bueno algo si que había, un pobre y raquítico matojillo muerto ya y que de una patada lo mandabas para abajo. Las persistentes sequías de los últimos años habían acabado con parte de la vida vegetal que habita la pared y la potente sabina de reunión murió de sed. Menos mal que llevábamos la maquinica por que no era posible poner absolutamente nada que no fueran expansiones.
Ambas vías, a pesar de haberse repetido en alguna ocasión, ofrecían todos los bonos para no escalarse nunca y con bastantes posibilidades de pérdida en un mar de placas fáciles dónde puedes subir por aquí o por allá o por un poco más acullá. Sólo un camino aproximado conduce al seguro y a la reunión. Me quedó el rencor de que podía haber salido algo más decente y apto para repetirse regularmente. Edu, se apuntó en un par de ocasiones, junto a Mage y Solé alternados. Y las equipamos un poco más que originalmente. Sin ser unas ristras de chapas, ahora ofrecen una escalada fácil y que medio se salva de la quema.
Una nota curiosa fue que al llegar a la R3 de Sossis, estuve un rato dubitativo y buscando la sabina dónde se emplazaba la reunión original, para pasarle unos cintajos y montarla. Busca que busca, que estaba aquí, seguro que si, que lo dice el papelito, pero que allí no había nada. Bueno algo si que había, un pobre y raquítico matojillo muerto ya y que de una patada lo mandabas para abajo. Las persistentes sequías de los últimos años habían acabado con parte de la vida vegetal que habita la pared y la potente sabina de reunión murió de sed. Menos mal que llevábamos la maquinica por que no era posible poner absolutamente nada que no fueran expansiones.
boníssim el títol del post....
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