En las fotos aparecen: Salva, Boter, Oriol y alguno que pasaba por allí.





Chavi, Kike y yo habíamos quedado para abrir un nuevo itinerario en las paredes de Àger. Allí las posibilidades son aún bastante numerosas, siguiendo una lógica y con espacio suficiente, la gracia está en elegir y acertar el itinerario más bonito y continuo, tarea nada fácil. Con una primera idea en la cabeza nos levantamos por la mañana, una vez allá, se me hace que esa opción podía ser bastante trabajosa y propongo otra que se me antojaba bastante más rápida y sencilla, y que presumiblemente podría salir en el día. Error. Pero picamos todos como moscas a la miel y nos ponemos manos a la obra. La vía va saliendo poco a poco, pero lo de fácil y en el día nada de nada. El predominio de zonas en placa obliga a una progresión digamos “no rápida”. Total, que el primer día llegamos hasta la mitad. Bajamos rápidamente gracias a un solo rápel y un escape que descubrimos hacia la izquierda. El segundo día transcurre sin incidencias especiales, descubriendo un bonito itinerario sobre roca excelente y aprovechando, incluso, un muro final, después de que se acabe la pared, alargando así la escalada.


Abrir vías y dejarlas medianamente equipadas requiere de bastante material. Este no resulta nada barato, especialmente los clavos. En grandes paredes lo correcto es aprovechar las posibilidades naturales que nos ofrece la roca y no colocar expansiones junto a fisuras. La colocación de fisureros o friends medianamente fiables no siempre es posible y entonces los clavos ocupan su lugar.
Si tienes algunos (o muchos) clavos del tipo que sean: planos, v, u, grandes, pequeños, escarpias, viejos, nuevos, muy viejos (todo sirve) que no uses (ni vayas a usar) y quieres donarlos. Nosotros les encontraremos su lugar en la pared.
Muchas gracias por tu colaboración.
Mail de contacto : luichy@lanochedelloro.es