La idea era empalmar dos vías pase lo que pase y sin motines a bordo, como sucedió ayer. Hay un amago de renuncio pero es repelido rápidamente, así que para arriba.
Sigue la tónica de la Vega Baja: placas excelentes, casi equipadas, grado medio y… al solazo.
La vía está bastante bien pero casi nos da algo de el calor que hace. Aunque es soportable, notamos que nos acercamos bastante al límite, nos sacamos el carnet para escalar en el desierto.
Menos mal que el descenso es medio en sombra y extremadamente cómodo.
Con Carlos y David.
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