Tras unas cervezas y aperitivo, alguno incluso se echa la siesta, nos desplazamos hasta el lugar convenido con Elías.
Allí organizamos dos cordadas, tan mal organizadas que, llegados a la base de la pared, solo hay material para una. Así que iremos Carlos, Elías y yo.
David se ha ofrecido muy gentilmente a no escalar encordado y sube en solo integral un poco mas a la derecha.
La vía surca unas placas de excelente calidad, con algún paso desplomado y con tafonis. Arriba se aparta de la línea lógica pero equilibra con un excelente largo en placa y una bonita salida a la cima.
Yo no las tenía todas conmigo, porque son casi 200 metros, eran mas de las 5 de la tarde y a la 8 ya es de noche.
Llegamos al coche con las últimas luces.
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