viernes, 29 de agosto de 2014
SERRA DE LLERÀS - EPOPEIA SEMINOLA
La idea inicial era escalar en la zona de Sant Maurici, aprovechando el concierto de Jordi Savall la noche anterior, en Sort.
Una previsión más que dudosa dio al traste con el plan inicial y busqué otras alternativas. Como recordaba que Dani iba a la Forcanada e imaginaba que también habría cancelado, me puse en contacto y le propuse una rareza, para variar.
La Serra de Llerás se sitúa justo delante de Sant Gervás y está formada por multitud de paredes y bellísimas agujas de un conglomerado entre malucho y nefasto. Esto no ha ayudado mucho a la proliferación de nuevos itinerarios, y con razón.
Únicamente conozco 4 vías abiertas en estas paredes y nos decantamos por la última en recorrerse. Obra del incansable Joan Vidal en solitario, quién tras un tremendo trabajo de saneamiento y equipamiento nos ofrece este estético itinerario para subir a una de las agujas más esbeltas de la zona.
La escalada recorre un vertical espolón con una estética innegable. Muchísimas chapas jalonan el recorrido y menos mal porque con esa roca se agradecen ciertas concesiones. El lugar es magnífico y solitario, las vistas espectaculares y la vía buenísima, para coleccionistas y habitantes cercanos que ya lo han hecho todo y gusten de conocer un bonito rincón.
El día se levantó muy amenazante, aún así lo intentamos y salió bien, terminó imponiéndose el sol y las calores que corresponden a esta época.
Como notas aclaratorias a la reseña, señalar que los Ao del L4 se resuelven en libre de 6a o algo parecido, con mala roca (o buena tierra). El descenso lo hicimos en un rápel de 35 a R4 y otro de 60 justos a la repisa de R1, después caminando por la izquierda hasta el pie de vía.Con Dani y Alba.
PARET D'ESCALES - GARCÍA-GUTIÉRREZ
Un día de verano con meteo incierta en las montañas, quedo con Chavi Caracol y acabamos en este plan B.
Tras completar todas las vías de la Paret d’Escales ya tienes bien claro los huecos que quedan y las escasa posibilidades que le restan a la pared. Hace poco descubrí esta nueva vía, abierta por Juan y Miguel Ángel. La verdad es que la zona por la que transcurre ahora el primer largo ya la tenía bien clichada para colocar un buen largo. Yo la había mirado más por el medio de la placa, ascendiendo de manera directa hasta el final de la travesía de Miña Terra Galega y a modo de variante de un largo y medio.
Cuando ví la reseña me sorprendí de que hubieran abierto una vía entera. El inicio creemos que queda un poco-demasiado justo de espacio vital. La zona central es atractiva y tiene su razón de ser. Lo de arriba lo recordaba como terreno escombrera y era dónde tenía mis mayores dudas. Aquí, los equipadores han realizado un tremendo trabajo de limpieza, quedando un largo bastante apañado, para lo que parecía.
Acabamos esta y le entramos a un itinerario fantasma que alguien ¿¿?? Abrió/equipó ¿¿?? Justo a la derecha de Skubidú. Una maravilla (ironía de pesadilla), para olvidar. Comenzamos por los primeros metros de Skubidí, recopón como han crecido los matojos en este largo que Armand había dejado impoluto, todo roca. Ahora es casi nada roca. Bueno, el caso es que esta vía (cosa) comienza metiendo tres chapas en pleno diedro. Dónde se colocaban friends (y se pueden seguir colocando). Continúa por la placa de la derecha pero demasiado cerca del diedro y de manera un poco forzada, 6c hasta R1. Comienzo el L2 y tras pelearme un buen rato con la suciedad (está realmente sucio) y la mala roca (se van rompiendo muchas cosas). Llega un punto en el que no puedo pasar ni haciendo todas las trampas del mundo. Prueba Chavi, que es bastante más alto que yo y pasa en artifo. Aunque en el siguiente seguro se vuelve a bloquear y definitivamente lo dejamos estar. Da la impresión de que han bajado por dónde han caído, han colocado una serie de seguros siempre a la misma distancia y sin importar la dificultad y no han limpiado absolutamente nada. Vaya, lo que se dice una cutrada. Creo que abrir desde arriba es mucho más que eso.
Totalmente irrecomendable y pendiente de reequipar el tramo común con Skubidú.
domingo, 24 de agosto de 2014
CONTRAFORT DEL FEIXAN - MARINETA DES LOLITES
Esta es una de las mejores vías de la pared y tenía pendiente el repetirla por varios motivos: hacer unas fotos para acabar de completar un pequeño artículo de la pared, cepillar algunas presas de los largos 4 y 5 y hacer el r.p. de los mismos.
Encontré el día y el compañero ideal, pero no las condiciones. Mi muñeca no está para estas intensidades, así que Héctor debería encargarse de depurar las tiradas de arriba y yo ya cepillaría e intentaría hacer alguna foto.
La tarde anterior llovió con todas las ganas de que el cielo fué capaz. La plaza parecía una piscina y, claro, al día siguiente se notaba. Tras las casi dos horas de pateo y mosqueados por el oscuro color de la pared, llegamos a la base. Los dos primeros largos alternan tramos empapados con otros secos. Las pasamos canutas y en plan supervivencia (sube como puedas) nos plantamos en la R2. Como el verdadero objetivo del día son los L4 y 5, no importa demasiado, sólo con llegar ya hacemos. El L3 es un caso aparte, aquello era directamente una laguna medio vertical. Las paso más canutas que Picio (ese era el feo pero da igual) y llego casi a las últimas chapas. Bajo y acaba Héctor.
Se da el L4, buenísimo 6c en desplome de continuidad con canto y mucho ambiente. De segundo cepillo algo, pero hace mucho frío y viento; así que tampoco me mato, lo justito.
En el L5 metí la pata. En su día lo probé con las prisas y mientras terminábamos de abrir la vía, así que no terminé de matizarlo y puse 7a de bloque. Pues no. Prueba Héctor unas cuantas veces y no encadena. Finalmente quedará como Ae (2 p) o posible 7b? de bloque. Cepilla las dos presas clave de pies y nos largamos a toda máquina hacia el cálido suelo. A estas alturas el aire ya sopla en plan Patagonia y estamos justo en el filo del espolón.
Si alguien la hace en libre, ya dirá.
Total, día medio churrero: no hemos disfrutado nada, hemos pasado frío, no ha salido en libre y las fotos han quedado un poco callo.
La idea inicial era hacer esta y después la Extremoduro para ver de resolver los Aceros del cuarto largo y cepillar un poco este y el tercero. Pero una vez abajo pusimos pies en polvorosa. El viento no había parado y ya tuvimos nuestra dosis de rasca por ese día.
No perderse la foto del nudo que se hizo (el solito) en un espárrago solitario (que no recuerdo ni porqué está ahí) al tirar las cuerdas del rapel.
sábado, 23 de agosto de 2014
BALAITOUS - ARETE NORD-OCCIDENTALE
Esta es una de las que tenía programadas para este verano si o si. Clásica ineludible de los Pirineos, resuelve una estética arista que asciende, con buena roca y dificultades razonables, directamente a una de las cimas de 3000 metros más representativas de toda la cadena. Había que ir, en esta mi tercera visita a Larribet.
Intento por todos los medios quedar con alguien para completar el viaje y poder escalar cualquier cosa, de camino, el día anterior. Pero no hay manera. Ya se sabe o no encuentras a nadie o te llaman 3 el día que no puedes. Al final pienso que mejor una que ninguna y accedo a desplazarme solo hasta el Valle de Tena, únicamente para hacer esta vía. Allí recojo a Ramón, que viene de Valencia con unos amigos. Estos se quedan en el valle para ascender un tresmil, mientras que nosotros damos un tremendo rodeo a la montaña para llegar al Refugio de Larribet, punto de partida lógico para esta ascensión.
Cogemos uno de los días más fríos del verano y encargamos el techo del mar de nubes muy cerca del inicio de la vía. La visión, aunque limitada, es espectacular e irreal a la vez. Conforme vamos ascendiendo, el mar de nubes nos sigue a una distancia prudencial. Lo justo para no envolvernos. Era lo acordado con el de la máquina de hacer niebla, su pasta nos costó.
En la vía encontramos otras dos cordadas, es lo que tienen las superclásicas. Ambas se lían un poco, una en la aproximación y otra en el primer largo. Aprovechamos para deslizarnos por encima y situarnos en cabeza, siempre es preferible estar arriba que ser apedreado. Iniciamos la vía sin notar los dedos, por el frío, menos mal que es fácil y vamos medio rápido. Los largos se suceden de manera natural y veloz desde el suelo hasta 3 minutos escasos de la misma cima, aún así tardamos casi 6 horitas en completar los 500 metros de desnivel y 700 de recorrido que tiene la vía. Buena roca en general (para lo que son estas cosas) y tramos bonitos, con la ascensión de un par de agujas intermedias. Lo único que no me ha gustado es lo indefinido del terreno y la posibilidad de seguir más de un itinerario diferente en casi todo momento, lo que le quita dificultad y estética. Aún así es una de aquellas que hay que hacer.
En la bajada ya se ve que ha cambiado el de la máquina y la niebla nos engulle con toda su furia. La gran diagonal exige abrir bien los ojos para no liarse y seguir en todo momento las fitas correctas. Mejor bajar un poco tarde para no ser derribado por los numerosos proyectiles que deben ir lanzando el tropel que sube y baja por esta normal-poco-normal. Para remontar al Coll des Ciseaux si que nos alegramos de ir encontrando gente que nos orientan hacia el collado correcto. Con poca visibilidad puede ser complicado. Ya al otro lado del collado sólo resta bajar al refu casi sin posibilidad de pérdida.
En todo momento llevamos dos piolets y dos pares de crampones, no llegaron a salir de la mochila. Si no los hubiéramos llevado, seguro que habría el doble de nieve.
Fotos, apenas hice porque el escalador siempre aparecía en sombra y detrás la luz que quema el fondo y/o oscurece al protagonista. Excepción de las cordadas que venían detrás, a los que sorprendí en la cima de la Aiguille Lamathe y con resultados aceptables.
Este tipo de itinerarios entraría dentro de los que yo (para mi) llamo “viajes”. Un viaje es un itinerario, normalmente largo, a veces difícil a veces no tanto, pero con bastante compromiso. Esto vendría a ser lo mismo que: “si te quieres bajar vas a tener problemas, o sea que la bajada más segura pasa por la cima”. Entran casi todas las de Montrebei, Ordesa y algunas clásicas pirenaicas. Por citar algunos lugares que conozco. Evidentemente una vía recta con todas las reuniones equipadas con chapas ya no es viaje. La sensación interior que produce es una mezcla de ansiedad, ganas de llegar arriba lo antes posible y placer interno viendo que las cosas van saliendo bien. En caso de mal tiempo o problemas, es un marronazo asegurado. Está bien ir haciendo este tipo de rutas de tanto en tanto, pero siempre creo que no debe ser muy bueno para la cabeza, así que creo que es mejor que haya de todo y elegir en cada momento lo que más te convenga.
Y ya paro de decir tonterías.
viernes, 22 de agosto de 2014
PIRINEU LLUMINÓS
Este sector se encuentre justo enfrente e la frecuentada Placa Xalmet. Al contrario que esta, nos ofrece unas pocas vías en desplome con, más o menos, canto y dificultades medianamente elevadas. Difícilmente veremos a nadie a pesar de la gran belleza de sus itinerarios. Un inconveniente es su acceso, aunque muy corto, hay que pasar por un tramo que suele estar mojado, incluso imposible de atravesar a principios de temporada. A partir de agosto, comienza a secar o a llevar muy poco agua. Existe un parabolt a la izquierda del río (arriba) para colocar una cuerda fija y facilitar el acceso a las repisas de pie de vía. Por dejadez, aún no se ha hecho. Debe ser que el tema desplomado cada vez se me da menos, pero el pasado año hicimos una visita con Hector y me pareció duro durísimo, a pesar de los recuerdos levitatorios y con exceso de agarres que tenía. Pues no.
El nombre del sector le viene por una camiseta del refu Ventosa, que me hizo gracia.
En la foto Toti Vales en Werther 7b.
jueves, 21 de agosto de 2014
martes, 19 de agosto de 2014
FALAISE D'URDOS - VENUS
Al día siguiente dan lluvia severa a partir de las 9 de la mañana. Finalmente cae, pero a las 7 de la tarde.
Por si acaso elegimos algo cerca del coche, aunque cañero. Volvemos a cruzar el túnel y nos dirigimos a la misteriosa Falaise d’Urdos. Tubo sus días de gloria pero en la actualidad está bastante abandonada, Llevo tijeras de podar para la aproximación, como recomienda la guía. Alguien se nos ha adelantado y se ha enrollado cortando pinchos, podando bojes y reponiendo alguna cuera fija. Tras unas cuantas vueltas encontramos la manera de llegar a pie de vía, está ahí al lado pero no es muy evidente.
Elegimos una de las más recomendadas en el libro: Venus.
La vía es absolutamente magnífica, buenísima y difícil. Más de la cuenta. Combina en todo momento placas con bastante mala baba y fisuras bellísimas. Libre y algo de artificial. Gracias al churro de reseñas existentes: guías antiguas y la nueva sobre foto, dónde no se ve nada, me lío en un momento dado y unos de los tramos más fáciles y bonitos de la vía lo convierto en un pequeño infierno por la variante de A1 (¿?) de la Iliade. Santi se lo da en libre y sin mucho problemas (no hay como ser bueno). La verdad es que me supera un poco y pillo en todos los largos, tenía que haber buscado alguna más fácil, pero había que ver lo que había.
Peeero sobre todo nos quedamos con un rencor, con un pequeño escalofrío, con algo de rabia y mala hostia. Ya leí algo en el blog de Jera-Pierre Rio: http://jeanpierrerio.blogspot.com.es/2009/11/falaise-durdos-voie-venus.html
Resulta que la vía se reequipó y, no se por qué, pero quién lo hizo puso menos seguros que los que había originalmente. Y no en las fisuras precisamente, si no en las placas y en el largo de artificial. Total que ahora la dificultad es mayor que la otorgada originalmente, igual que la exposición. Esto te obliga a pasar más miedo de la cuenta en dos o tres tramos, a usar el gancho en el artificial (no es lo peor), algún tornillo de 8 (cuando se puede que sólo es en un punto del artificial) t a llevar una antenilla. En el libre no te vale. Lo que se dice una putada. Me bajé de algún punto dónde me daba miedo continuar por la lejanía del anterior seguro y con el casquillo viejo y el tornillo partido delante de mis narices. Menos mal que a Santi le da todo igual (en el libre, en el artifo ya estuvo más rato entretenido).
Como bien dice Lean-Pierre, es una injusticia que una vía tan bonita se haya destrozado con un reequipamiento tan chapucero (aunque sea al contrario de las tendencias actuales, es exactamente lo mismo) y merecería una revisión y retorno a su estado original.
Fotos no hice ni una, no se si por la tensión o la desmotivación. Así que he tomado prestada una histórica: Erik Boileau (aperturista de la vía), realizándola sin cuerdas hace una pila de años. Que canguelis solo mirarlo e imaginarlo cuando estás allí arriba. Desconozco si hizo toda la vía sin cuerdas (imagino que si) o sólo se puso aquí para la foto (aún así ya da cosa).
Respecto al grado, como suele pasar en las vías más antiguas de La Mature, descontrol: L1: 6a/Ae (en algunos sitios pone sólo 6ª) un tramo expo saliendo de la chapa, L2: supongo que el 6c que ponen porque es dónde nos liamos, L3: salida en 6c+ (pone 6b), el 7b Santi ni lo vio. Los tramos de fisura 6a y los de placa A1 colocando alguna pieza y con mala baba, L4 6b el paso primero de placa y 6a+ la fisura desplomada de arriba (pone V+) Tramo expo de V tras la segunda chapa.
Para 130 metros de nada estuvimos una cantidad de horas, que prefiero no recordar. Inicialmente pretendíamos hacer dos vías y estar abajo casi para la comida, que ilusos oye.
VVB
AIGUILLE GRANDE D'ANSABÉRE - FACE EST
El año pasado hicimos el Spigolo en la aguja pequeña, así que este tocaba alguna en la grande.
Como vía más clásica, nos decidimos por la Face Est. Aunque también la pintan como una de las más fáciles a la aguja, sabíamos que con los nombres de sus aperturistas: de Bellefon, Despiau, Dufourmantelle y Ravier, las cosas no iban a ser tan sencillas. Y así era.
Desde el inicio mismo ya se plantean algunos problemas. Tras dos horas de parteo cómodo llegas a la base de la pequeña y ahora viene cuando lo matan: una larga travesía por pedreras inestables, incómodas y agónicas, que te pueden dejar echo caldo antes de empezar. Una buena hora más (menos mal del Burn). Resulta que, casualmente, me enteré que había habido el año pasado un derrumbe en la vía, parte del L2 se había venido abajo. Todos los detritos y bloques quedaron empotrados en la chimenea de inicio, que si ya era cutre de por si, ahora resultaba especialmente delicada y peligrosa por la inestabilidad de los últimos bloques caídos. Como no sabíamos realmente el estado actual, tras un año transcurrido, para asegurarnos el tanto fuimos por la banda contraria a la chimenea. Previamente me había informado que era posible subir por aquí y que originalmente era lo que hicieron sus primeros ascensionistas. Era un poco agónico por la inestabilidad del terreno pero te solucionaba la papeleta. Santi se pone bien contento al encontrarse un piolet técnico que acarrea durante toda la ascensión (ver fotos). Le siguen unos tramos de escalada fácil (III) como siempre a pelo, pero mucho mejores que el Billare. Llegamos a la puncha final del pedestal y bajamos unos 20 metros sencillos, por la vertiente contraria. Por fin estamos a pie de vía. Santi dice que nunca había andado tano para ir a escalar, le hablo de la Maladeta, dice que no irá.
Desde el inicio, la mini-fisura del primer largo se ve bastante así-así. Los clavos de la señorita Pepis que la adornan tampoco invitan mucho al libre, aún así Santi se la trabaja sin mucho problema y disfrutándola. Escalada vertical, presas laterales y poco pie. Fatal para la muñeca. Subo acerando a saco. En uno de los pocos pasos que hago en libre me salta una presa, puaaj.
El derrumbe no representa ningún problema para la repetición de la vía. Lo que antes era una travesía bajo un techito, ahora es una bella placa arregleteada, te aseguras bien, justo antes.
El resto de la vía sigue por terreno muy vertical, con ambiente y alguna fisura memorable. Hasta llegar a la arista final, aquí la roca se transforma en ultra-cutre. Menos mal que la dificultad decrece considerablemente.
El rápel da pena, por el deterioro de los cordinos existentes. Como el pirulo dónde están es tan enorme, sólo tenemos tres opciones: rapelar de lo que hay (paso), cortar un trozo de la cuerda nueva (paso), poner un clavo a caldo y un cordino largo que una con la instalación original (es lo que hago). A este tipo de vías siempre llevo un pequeño martillo y algunos clavitos.
El largo de salida, que de frente parece infernalmente guarro, resulta que es fácil y hasta agradable.
Todo lo que tiene de asqueroso el último largo de la aproximación, lo tiene de cómodo la bajada.
Evitamos de nuevo a los mastines de las cabañas, por si acaso, y tras 12 horas de jornada laboral llegamos al coche.
Ese día pasamos el túnel y nos zampamos unas pizzas en Canfranc, la mía está cruda. Caguendena.
VVB.