MALLO MELCHOR FRECHÍN - JOSÉ ANTONIO SANZ

Riglos es el último reducto donde escalar con mal tiempo. Gracias a sus desplomes y cercanía del pueblo, siempre podrás hacer alguna cosa para quitarte las ganas. La previsión era pésima, tormentas en cualquier momento y en cualquier lugar. Josiño y yo teníamos que elegir bien: una vía recta, de rápido abandono, de rápida ejecución, con posibilidad de bajar andando y, a ser posible, con muchos seguritos para que el cambio el granito al barro no fuese tan traumático. Además, que no la hubiéramos hecho ninguno de los dos y que llegara a un mallo inescalado por ambos. He aquí una posible solución, que no la única. J.A. Sanz, parece mi primo pero no lo es. Buenísima vía para disfrutar y no preocuparse por nada más que el placer del gesto. Aparte de polémicas, que las hay, nos pareció muy buena y nos lo pasamos chachi piruli. No cayó ni una sola gota y a mitad del día abrieron las nubes. Ahí estábamos nosotros, en medio de una cara sur de Riglos y en pleno agosto, como dos campeones. Menos mal del vientecico, que si no. La bajada ya fue algo más tremendo, resguardados del aire, los gotones de sudor caían a chorro. Buen día, no obstante. En el reequipamiento se cambiaron algunos largos, respecto al itinerario original. A parte de los seguros, lo que me sorprendió bastante fue el comparar la reseña que yo hice, aproximadamente la misma que corre por ahí en la actualidad plusmásplusmenos, con una reseña anterior, imagino que de cuando abrieron la vía. Los tramos dónde coincide el itinerario varían dramáticamente del IV+ de antes al 6a de ahora. Adjunto dibujo de Armand (con los grados que a él le dieron) para comparar.