viernes, 6 de noviembre de 2020
CABO OGOÑO - KRESALA
Esta es la que mas gracia nos hacía repetir. Todo el mundo la ponía como de las mejores de la pared y, desde luego, la que mas ambiente tenía.
Llegar al inicio ya es todo un poema: subes a la cima, bajas por el lado contrario y rapelas por unas placas-canal, durante casi 200 metros. El asunto era encontrar los rápeles. Se nos ocurrió escalar el día anterior la erraunketarik ez precisamente porque su último largo coincidía con el primer rapel.
E esta forma ya sabríamos dónde comienza el descenso y dejaríamos el material escondido por allí para el siguiente día.
Perfecto, rapelamos toda la pared y llegamos al inicio de la vía: es un sitio que te empequeñece: roca negra, mojada, agreste, las olas golpeando unos metros mas abajo. Ya nos habían advertido que el oleaje fuese débil, si no drama asegurado.
En realidad estas en un puente de roca gigante: un agujero donde golpea el agua, la manda hacia la R0 y moja el inicio del L1. No era así, por suerte, pero si que estaba muy mojado. Debajo hace como un pequeño entrante y las formas rocosas crean un remolino que le da movimiento a las fotos. Ese día estaba suave pero vimos un video en internet en el que el remolino era muy pronunciado y hacía un efecto como de subir hacia ti….de mal rollo.
No tiene desperdicio:
https://www.youtube.com/watch?v=exLu1YGI-2g
Resulta que la vía la había abierto Ade, un conocido del País Vasco, contacté y me dijo que además puedes avistar tintoreras y ballenas. Todo un espectáculo.
La vía es realmente buena, con una escalada variada y sobre buena caliza marina. No he escalado mas en esa pared, pero si me dicen que es la mejor, me lo creo perfectamente.
Eso si, un hipotético abandono prefiero no imaginármelo.
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