Aún falta para el verano, pero ya podemos ir preparando la carpeta de motivaciones pendientes. De nuevo nos trasladamos a Era Val d’Aran pero esta vez con un objetivo muy diferente. Larga aproximación, desequipamiento casi total, roca a buena pero a vigilar y llegada a una bella montaña individualizada y con una altitud considerable.
Son ingredientes que algunos pocos sabrán apreciar en su justa medida.
Gracias a Guillem por enviar la reseña de este reciente itinerario y las bonitas fotos que lo acompañan.
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