Esta ya la quería hacer justo antes de la operación, tenía que haber sido la última.
Pero un golpe en la mano buena me dejó demasiado dolorido y le tuve que anular la salida a Victor.
Se la propuse a César, quien aceptó de inmediato.
Tenía buena fama como vía desequipada, no muy difícil (dentro de lo que son aquí estas cosas) y buena roca.
En efecto, salvo algunos pequeños tramos puntuales, la roca me pareció bastante correcta. Recorre sinuosamente un espolón poco marcado, enlazando las fisuras de mejor calidad y más fáciles. Al final ya no hay fisuras y acomete directamente una placa-espolón bastante tremendo. Aquí la roca ya hay que vigilarla un poco más, pero en caso de repetirse más, se limpiaría bien. Se lo curró perfectamente César.
De todas maneras es de admirar la maestría del aperturista, quien no encontraría roca tan compacta como nosotros y no sabría realmente la dificultad a la que se enfrentaba. Subes y van saliendo los agarres precisos en todo momento, pero no lo parece. Una pequeña obra maestra de las aperturas. Los que suelen abrir vías y la han repetido saben a que me refiero, la incertidumbre: uno de los puntos de la apertura.
Muy recomendable y que debiera convertirse en clásica.
Hablando de esto último punto: la incertidumbre en las aperturas, me gustaría hacer una pequeña reflexión.
Hace un tiempo salió un desnivel con un gran artículo dedicado al Pájaro, en el aparecía un relato de la ¿primera ascensión? A la Sur Clásica. Resulta que previamente rapelaron la vía para ver si era posible escalarla con los medios de la época. Para mi, clarísimamente, esa vía está abierta desde arriba. Le quitaron la incertidumbre, la responsabilidad de meter la pata, de no elegir el itinerario correcto, la inventiva. En definitiva un 50% de la primera ascensión. Es una vía “equipada”, la historia nunca la ha considerado así, la historia es injusta.
Ojo, no lo critico ni digo que esté ni bien ni mal, simplemente las cosas como son.
Esta ya la quería hacer justo antes de la operación, tenía que haber sido la última.
Pero un golpe en la mano buena me dejó demasiado dolorido y le tuve que anular la salida a Victor.
Se la propuse a César, quien aceptó de inmediato.
Tenía buena fama como vía desequipada, no muy difícil (dentro de lo que son aquí estas cosas) y buena roca.
En efecto, salvo algunos pequeños tramos puntuales, la roca me pareció bastante correcta. Recorre sinuosamente un espolón poco marcado, enlazando las fisuras de mejor calidad y más fáciles. Al final ya no hay fisuras y acomete directamente una placa-espolón bastante tremendo. Aquí la roca ya hay que vigilarla un poco más, pero en caso de repetirse más, se limpiaría bien. Se lo curró perfectamente César.
De todas maneras es de admirar la maestría del aperturista, quien no encontraría roca tan compacta como nosotros y no sabría realmente la dificultad a la que se enfrentaba. Subes y van saliendo los agarres precisos en todo momento, pero no lo parece. Una pequeña obra maestra de las aperturas. Los que suelen abrir vías y la han repetido saben a que me refiero, la incertidumbre: uno de los puntos de la apertura.
Muy recomendable y que debiera convertirse en clásica.
Hablando de esto último punto: la incertidumbre en las aperturas, me gustaría hacer una pequeña reflexión.
Hace un tiempo salió un desnivel con un gran artículo dedicado al Pájaro, en el aparecía un relato de la ¿primera ascensión? A la Sur Clásica. Resulta que previamente rapelaron la vía para ver si era posible escalarla con los medios de la época. Para mi, clarísimamente, esa vía está abierta desde arriba. Le quitaron la incertidumbre, la responsabilidad de meter la pata, de no elegir el itinerario correcto, la inventiva. En definitiva un 50% de la primera ascensión. Es una vía “equipada”, la historia nunca la ha considerado así, la historia es injusta.
Ojo, no lo critico ni digo que esté ni bien ni mal, simplemente las cosas como son.
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