Tremendo madrugón para dirigirnos a la sur del Balaitús (Balaitous si estamos en la vertiente contraria). Piedras y más piedras hasta llegar al nevero final, dónde aprovecho para estrenar mis crampones nuevos, ligeros y relucientes. Ya tenía ganas.
Una sencilla rimaya nos deja en una amplio rellano entre la pared y el hielo, de forma que podemos comenzar la vía cómodamente.
El espolón no tiene mucha pérdida y vamos superando uno a uno los resaltes que se presentan a nuestro paso. Largos realmente preciosos, se alternan con otros más normalillos, pero siempre en un soberbio ambiente de alta montaña.
Llegamos a la cima a una hora prudente y nos regocijamos con las fotos, las vistas y la comida que nos queda.
La bajada es entretenida en su primera parte, los rápeles de la Brecha Latour, el nevero de aquí casi a desaparecido y entre piedras llegamos a la zona más llana, escaqueando lo tieso. Chollo.
Otras dos cordadas venían detrás, pero la verdad es que no les hemos visto ni oído durante toda la ascensión, a la bajada los localizamos aún bastante abajo, llegarán al refu bastante tarde creo, porque yo ya estaba durmiendo.
La bajada resulta pesada, como todas. Unos 250 m de desnivel antes de refu, hacemos una travesía a la dere para enlazar con el camino hacia los Frondiellas y esconder el material bajo un bloque, Así nos ahorramos de bajarlo y volverlo a subir durante un tramo.
VVB, sobre todo por el ambiente que se respira.
Está muy poco equipada con algunos clavos. Si todas las vías fueran con chapas la escalada sería muy aburrida.
Tremendo madrugón para dirigirnos a la sur del Balaitús (Balaitous si estamos en la vertiente contraria). Piedras y más piedras hasta llegar al nevero final, dónde aprovecho para estrenar mis crampones nuevos, ligeros y relucientes. Ya tenía ganas.
Una sencilla rimaya nos deja en una amplio rellano entre la pared y el hielo, de forma que podemos comenzar la vía cómodamente.
El espolón no tiene mucha pérdida y vamos superando uno a uno los resaltes que se presentan a nuestro paso. Largos realmente preciosos, se alternan con otros más normalillos, pero siempre en un soberbio ambiente de alta montaña.
Llegamos a la cima a una hora prudente y nos regocijamos con las fotos, las vistas y la comida que nos queda.
La bajada es entretenida en su primera parte, los rápeles de la Brecha Latour, el nevero de aquí casi a desaparecido y entre piedras llegamos a la zona más llana, escaqueando lo tieso. Chollo.
Otras dos cordadas venían detrás, pero la verdad es que no les hemos visto ni oído durante toda la ascensión, a la bajada los localizamos aún bastante abajo, llegarán al refu bastante tarde creo, porque yo ya estaba durmiendo.
La bajada resulta pesada, como todas. Unos 250 m de desnivel antes de refu, hacemos una travesía a la dere para enlazar con el camino hacia los Frondiellas y esconder el material bajo un bloque, Así nos ahorramos de bajarlo y volverlo a subir durante un tramo.
VVB, sobre todo por el ambiente que se respira.
Está muy poco equipada con algunos clavos. Si todas las vías fueran con chapas la escalada sería muy aburrida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario