Cuando abrieron la cresta Urquiza-Olmo tuvimos la gracia de hacer la segunda ascensión (sin contar las de los aperturistas). Esta vez se nos adelantaron algunos varios pero no muchos.
En cuanto tuve noticias de que la habían terminado de abrir, fuimos a repetirla con Dani.
A la entrada nos liamos y escalamos una aguja más de la cuenta, bastante expuesto y cangueloso. El resto es bastante recomendable y en la línea de la Urquiza-Olmo aunque un punto más difícil y un punto menos bonita, todo y que está bastante bien.
Para los maratonianos, es posible enlazar las dos, obteniendo un larguísimo recorrido dónde pasaremos todo el día. Ya se ha hecho sin cuerdas.
Se convertirá en otra clásica del lugar.
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