domingo, 15 de junio de 2014
REMILLANSÉE
La zona de Saint Girons no es nada pródiga en rocas, de hecho no hay casi ninguna. Hace tiempo leí en algún lugar que se había equipado esta pequeña pared calcárea, así que se imponía una visita.
La verdad es que no es ninguna maravilla pero quizás sirva para apañar un día tonto de viaje o de camino hacia el Mont Valier.
Ofrece una escalada vertical y al sol implacable del verano (mejor evitar en estos días, si son despejados). La pared se aprovechó al máximo y los itinerarios están tan juntos que no sabes realmente si vas por la vía o haces trampas.
Las graduaciones son fruto de mis apreciaciones y no tengo ni la más remota idea de los grados que le otorgaron los equipadores ni de las vías más difíciles. Por lo tanto, a tomar con precaución. Esta reseña es de hace años y pueden haber cambiado muchas cosas, o no…
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