Esta vía la tenía miradad desde hacía tempo. Vista desde los itinerarios adyacentes para colocarla visualmente dónde le tocaba y luego ir sobre seguro. Una buena foto frontal de la pared termina de redondear la línea y luego a piñón fijo a por ella. En teoría tenía que ir buscando las máximas debilidades de la pared y obtener un itinerario bien fácil, rápido y sobre buena roca. Sólo había que esperar el día apropiado y los compañeros ideales.
El día se presentó y los compañeros también: Chavi y Remi no se lo pensaron ni lo más mínimo a la hora de aceptar la oferta. La idea era salir en el día, pero el día no era muy largo que dijéramos, a las 7 ya era de noche.
Comenzamos un primer largo, que en teoría debería haber sido de IV pelado. El paso de inicio ya invita a patinar y caerte. Obligado o evitable con un paso de hombros… Le sigue una placa excelente que después rematamos de manera más directa, añadiendo una chapa y ganando en belleza y rectitud.
El segundo largo debería haber ido por las placas-canal de la izquierda pero Chavi se empeña en plantarlo por el filo de un espolón vertical y rallado por una pequeña fisura, resulta buenísimo, salvo algún corto tramo de la parte superior, pero bien.
Como soy el engañador, me reservo el largo que, aparentemente traerá más trabajo. Así que comienzo la gran placa central, que augura un buen rato de entretenimiento. Buscando las debilidades, consigo subir unos 25 meros sin colocar ninguna chapa, hasta que la cosa ya se pone más lisa y la placa se ve recorrida únicamente por algunas franjas poco profundas. En libre coloco un par de ellas a distancia razonable y miro hacia la derecha buscando mi siguiente isla (repisita). Mierda, mierda, mierda y remierda, veo una chapa, y otra. Es la Antiparkes. Un error de cálculo me hizo situarla más a la izquierda, pero no, esa vez también buscamos el punto más débil de la placa. Un rato de pensar y finalmente opto por evitar una línea de chapas paralela y cercana a esa y aprovechar los seguros que me ofrece antes de decantarse a la derecha.
Es en ese punto dónde nuestra nueva línea atraviesa en dirección contraria, siguiendo una marcada ralla y con algún paso obligado interesante.
No me gusta un pelo lo que acaba de pasar, pero ya ha pasado y creo que parasitar la Antiparkes en lugar de colocar una ristra de paraboles (aunque hubiera quedado un largo ultra-bueno) 5 metros a la izquierda ha sido la decisión más correcta. Por lo menos aquí y ahora.
Remi toma las riendas y descubre una bonita fisura aislada y bien oculta a la derecha, entre un pequeño mar de placas. Final medio cutre, que saneamos mínimamente, después.
Se va haciendo tarde y aún quedan un par de largos. Tenemos la feixa de escape bajo nuestros pies y la tentación es fuerte. Chavi ni se la mira y sigue hacia arriba, con algún contratiempo que nos hace perder un tiempo precioso va subiendo y apurando los metros de cuerda. Me suelto y voy a investigar si se sale bien a la izquierda, hay una corta y fácil trepada pero si. Le decimos a Chavi que ya casi no se ve, que rapele y nos largamos. Remi y yo volveremos mañana a por el material y a terminar el largo que queda. Llega a la role y nos dice que o que queda es ya casi andando. Al final nos engaña y subimos. Un lago buenísimo, con diedro-bavaresa incluido, con los metros de la cuerda apurados al máximo. Ya, casi a oscuras, completamos los últimos metros de trámite para llegar arriba.
Lo bueno de esta pared es que puedes apurar el día ya que la bajada, aunque algo larga, es despejada y sencilla.
Antes de apurar el día pregunto si llevan frontal: por supuestísimo. Por supuestísimo que no, al final por una cosa u otra sólo hay el mío (que justo lo puse ese día en la mochila). De todas maneras, yo creo que de tanto pillarles el negro, algunas personas ya han desarrollado una especie de visión nocturna y no necesitan de iluminaciones artificiales. Si no como se explica, que negra noche y yo, que levaba el único frontal, bajara el último (como siempre) solito.
Al final no ha quedado excesivamente difícil ni excesivamente fácil, sino todo lo contrario; similar a sus compañeras. El nombre lo propone Chavi en respuesta a una primera provocación, el resto asentimos y otorgamos.
Me se de uno que debería espabilar para hacer la segunda.
Esta vía la tenía miradad desde hacía tempo. Vista desde los itinerarios adyacentes para colocarla visualmente dónde le tocaba y luego ir sobre seguro. Una buena foto frontal de la pared termina de redondear la línea y luego a piñón fijo a por ella. En teoría tenía que ir buscando las máximas debilidades de la pared y obtener un itinerario bien fácil, rápido y sobre buena roca. Sólo había que esperar el día apropiado y los compañeros ideales.
El día se presentó y los compañeros también: Chavi y Remi no se lo pensaron ni lo más mínimo a la hora de aceptar la oferta. La idea era salir en el día, pero el día no era muy largo que dijéramos, a las 7 ya era de noche.
Comenzamos un primer largo, que en teoría debería haber sido de IV pelado. El paso de inicio ya invita a patinar y caerte. Obligado o evitable con un paso de hombros… Le sigue una placa excelente que después rematamos de manera más directa, añadiendo una chapa y ganando en belleza y rectitud.
El segundo largo debería haber ido por las placas-canal de la izquierda pero Chavi se empeña en plantarlo por el filo de un espolón vertical y rallado por una pequeña fisura, resulta buenísimo, salvo algún corto tramo de la parte superior, pero bien.
Como soy el engañador, me reservo el largo que, aparentemente traerá más trabajo. Así que comienzo la gran placa central, que augura un buen rato de entretenimiento. Buscando las debilidades, consigo subir unos 25 meros sin colocar ninguna chapa, hasta que la cosa ya se pone más lisa y la placa se ve recorrida únicamente por algunas franjas poco profundas. En libre coloco un par de ellas a distancia razonable y miro hacia la derecha buscando mi siguiente isla (repisita). Mierda, mierda, mierda y remierda, veo una chapa, y otra. Es la Antiparkes. Un error de cálculo me hizo situarla más a la izquierda, pero no, esa vez también buscamos el punto más débil de la placa. Un rato de pensar y finalmente opto por evitar una línea de chapas paralela y cercana a esa y aprovechar los seguros que me ofrece antes de decantarse a la derecha.
Es en ese punto dónde nuestra nueva línea atraviesa en dirección contraria, siguiendo una marcada ralla y con algún paso obligado interesante.
No me gusta un pelo lo que acaba de pasar, pero ya ha pasado y creo que parasitar la Antiparkes en lugar de colocar una ristra de paraboles (aunque hubiera quedado un largo ultra-bueno) 5 metros a la izquierda ha sido la decisión más correcta. Por lo menos aquí y ahora.
Remi toma las riendas y descubre una bonita fisura aislada y bien oculta a la derecha, entre un pequeño mar de placas. Final medio cutre, que saneamos mínimamente, después.
Se va haciendo tarde y aún quedan un par de largos. Tenemos la feixa de escape bajo nuestros pies y la tentación es fuerte. Chavi ni se la mira y sigue hacia arriba, con algún contratiempo que nos hace perder un tiempo precioso va subiendo y apurando los metros de cuerda. Me suelto y voy a investigar si se sale bien a la izquierda, hay una corta y fácil trepada pero si. Le decimos a Chavi que ya casi no se ve, que rapele y nos largamos. Remi y yo volveremos mañana a por el material y a terminar el largo que queda. Llega a la role y nos dice que o que queda es ya casi andando. Al final nos engaña y subimos. Un lago buenísimo, con diedro-bavaresa incluido, con los metros de la cuerda apurados al máximo. Ya, casi a oscuras, completamos los últimos metros de trámite para llegar arriba.
Lo bueno de esta pared es que puedes apurar el día ya que la bajada, aunque algo larga, es despejada y sencilla.
Antes de apurar el día pregunto si llevan frontal: por supuestísimo. Por supuestísimo que no, al final por una cosa u otra sólo hay el mío (que justo lo puse ese día en la mochila). De todas maneras, yo creo que de tanto pillarles el negro, algunas personas ya han desarrollado una especie de visión nocturna y no necesitan de iluminaciones artificiales. Si no como se explica, que negra noche y yo, que levaba el único frontal, bajara el último (como siempre) solito.
Al final no ha quedado excesivamente difícil ni excesivamente fácil, sino todo lo contrario; similar a sus compañeras. El nombre lo propone Chavi en respuesta a una primera provocación, el resto asentimos y otorgamos.
Me se de uno que debería espabilar para hacer la segunda.
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