La idea inicial, sin tenerla muy clara, era volver a la face est de la Grande Aiguille. Para lo que hubiera ido de lujo dejar arriba el material. Total que no dejamos nada y, evidentemente, no había ganas de repetir todo el pateo al día siguiente. Es mas, apetecía caminar más bien poco y sufrir lo mínimo o nada. El Pic de la Breque se prestaba perfectamente a las expectativas. Amanece un día radiante y nos subimos al bonito y concurrido Plateau de Sánchez. Este pico se sitúa inmediatamente a la derecha de los Billare y ofrece una pared de más de 400 metros con sólo 10 minutos de aproximación. Algo verdaderamente inusual en los Pirineos. La roca es caliza de buena calidad, pero lo verdaderamente curioso son las diversas vetas de arenisca que la recorren de tanto en tanto y le dan unas coloridas pinceladas marrones. Por el momento encontraremos sólo tres vías (el terreno da para más). La 1976 (450 m 7a) es la única que llega hasta arriba, de las otras es posible continuar por la arista final de esta y bajar a pie. Le filon manquant (300 m 6c) y la Chateu Pinon Sec (360 m 6b) que, ya puestos a perrear es la que elegimos por ser la más equipada y plaisir, que le llaman.
La vía no nos decepcionó en absoluto, muy buena y elegante. Hay que escalar y descenso en rápel. Así andábamos menos todavía. Recomendable y VVB. Realizada con Juan Luis.
La idea inicial, sin tenerla muy clara, era volver a la face est de la Grande Aiguille. Para lo que hubiera ido de lujo dejar arriba el material. Total que no dejamos nada y, evidentemente, no había ganas de repetir todo el pateo al día siguiente. Es mas, apetecía caminar más bien poco y sufrir lo mínimo o nada. El Pic de la Breque se prestaba perfectamente a las expectativas. Amanece un día radiante y nos subimos al bonito y concurrido Plateau de Sánchez. Este pico se sitúa inmediatamente a la derecha de los Billare y ofrece una pared de más de 400 metros con sólo 10 minutos de aproximación. Algo verdaderamente inusual en los Pirineos. La roca es caliza de buena calidad, pero lo verdaderamente curioso son las diversas vetas de arenisca que la recorren de tanto en tanto y le dan unas coloridas pinceladas marrones. Por el momento encontraremos sólo tres vías (el terreno da para más). La 1976 (450 m 7a) es la única que llega hasta arriba, de las otras es posible continuar por la arista final de esta y bajar a pie. Le filon manquant (300 m 6c) y la Chateu Pinon Sec (360 m 6b) que, ya puestos a perrear es la que elegimos por ser la más equipada y plaisir, que le llaman.
La vía no nos decepcionó en absoluto, muy buena y elegante. Hay que escalar y descenso en rápel. Así andábamos menos todavía. Recomendable y VVB. Realizada con Juan Luis.
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