PARET DE LES BAGASSES - EL ENGENDRO

 Cuando equipamos el Engendro la idea era llenar el último hueco existente en la Paret de les Bagasses. Lo veíamos pero no lo teníamos del todo claro. Como en esa época habíamos escalado mucho en Terradets, le teníamos cogido el truquillo y llevábamos cierta soltura, además como cruzábamos varias veces el Espolón V-F-A, el asunto estaba en que no se notara mucho, solución: seguros lejos.
Pondríamos la chapa de entrada al paso, pero no la de salida, con lo que tras el 6b o 6a de rigor, deberías subir unos cuantos metros de V+ y V de manera suelta. A pesar de lo horrible que resultaban los cruces, el resultado final nos pareció que no era malo del todo y que quedó una buena vía, la última.
Por aquel, teníamos la buena costumbre de cuando alguien abría una vía, hacer la inauguración, así que esa vez nos juntamos no recuerdo si 6 o 7 cordadas. El rollo era que cuando los primero acababan la vía, los últimos la empezaban, habiendo una cordada en cada largo. Los primeros (nosotros), además teníamos que cambiar las reuniones, equipadas para rapelar (sólo durante los trabajos de equipamiento) y poner chapas normales. Al llegar vemos, atónitos, una cordada de guiris despistados, en mitad de la vía. Mala suerte, ya no es la primera. Vamos para arriba y a los guiris, no se les ocurre otra cosa que rapelar una vez finalizada la vía. Creo que les dijimos de todo menos guapos, repetido en todas y cada una de las reuniones, puesto que en todas había gente. Estos también fliparían, ya que en el resto de itinerarios había alguien, pero poca cosa, mientras que ahí estábamos toda la manada.
Evidentemente, esta no es de las que resbalan.