Ya hubo un intento anterior de repetir este itinerario, frustrado por lesión de Laia. Un sábado, rebotados de otra idea, surgió este plan B. Nos juntamos Edu Orduña, José L. Aused y yo para escalar en Collegats. Este itinerario parecía adaptarse bien a las necesidades del día. Guapo, no muy difícil, ni muy fácil, sin tener que pensar demasiado y lo suficientemente largo como para tener la sensación de escalar una pared, pero lo suficientemente corto como para ir sin madrugar y acabar prontito. Además al sol, para aprovechar estas bienvenidas calores. Perfecto pues.
La vía, al menos a mi, me gustó bastante. Únicamente, creo que con una buena cepillada en los tramos difíciles de abajo, hubiera ganado sensiblemente en calidad. Pero vaya, no me quejo, también puedo ir yo a limpiarla si no me gusta, pero no lo voy a hacer. Dentro de unas cuantas repeticiones lucirá de otra manera, seguro.
Aún así me pareció buena. Sigue la tónica de la pared, abajo vertical durante 80 metros y luego va tumbando y continúa a base de resaltes. Algún grado nos pareció diferente respecto a la primera reseña, pero con sucesivas repeticiones se irá asentando.
Es la cuarta vez que voy a esta pared y, no se porqué, pero siempre me lío en el tramo que dejas el camino principal y te diriges a la base, esta vez fue así así, pero no perfecto. Seguro que hay un buen camino, pero como no hay fitas y yo soy negadito, no lo acabo de cuadrar. La bajada bien, el ambiente genial, con buenas vistas sobre los barrancos circundantes.
Imagino que la vía se convertirá en la clásica de la pared, junto a su vecina Performance.
No se si hicimos la segunda ascensión, pero podría ser.
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