La Penya Roia está formada por varias moles calcáreas y de tonos, evidentemente, rojizos. En la penúltima mole de la izquierda encontramos, aislada, la Tubular Bells. Esta porción de pared está dominada por los desplomes y la roca dudosa. Pero cuando llegamos al inicio de la vía, descubrimos una buena línea, de una lógica impepinable y sobre buena piedra. Tras unos pasos en artificial (posible en libre difícil) nos adentramos en una sorprendente fisura que más arriba se combierte en una gran chimenea y que se estira hasta la misma cima. Buena alternativa para recordar como se escalaba en chimenea.
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