Por el momento nieva, pero ya llegará el sol y secará rocas y accesos.
Hace bastantes años Andorra me sorprendió por sus buenas escaladas en una pared por la que no darías un duro, vista desde lejos. Entre bosque y bosque, alucinamos con los largos buenísimos que se sucedían uno tras otro: placa tensa, diedro perfecto y técnico, desplome de artifo con patio, nunca lo hubiéramos dicho.
La vía bob, nos pareció un poco rebuscada, pero cual no lo es en medio de semejante caos, y buena a la vez. Contradicción agradable y buena sensación al terminar la escalada. Lo suyo era una estancia y escalarlas todas, a saco y sin perdón. Nunca lo hice, pero no me importaría.
Otra cosa que no hice fue reseña, cosa rarísima en mi. Pero a veces pasaba. Así que 20 años después, y apoyándome en la guía, me he decidido. Como casi todas las vías de la pared, muy recomendable.
Eso si, lo que más me sorprendió ese día fue: “oye Manel, y aquí dónde se coge agua?””En el grifo del cementerio”.
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