Mucho calor y ciertas ganas de escalar varios largos, nos juntamos Castán, Unai y menda y encarrilamos hacia la cascada Islandis con el objetivo de hacer la Passe Murailles. De esta vía guardaba un magnífico recuerdo por la calidad de su roca (tipo Placa Xalmet) y por estar todo el día a la sombra prácticamente.
Tras un largo de trámite y un poco de pateo por la canal, llegamos al pie de la gran placa, por cuyo centro transcurre la vía. Tan buena como la recordaba: escalada técnica y poco sostenida en el primer y último largo de la placa, por el contrario el 6c+ central te lo tienes que tomar con ganas y buena técnica. Los seguros están bastante cerca, lo que ayuda sensiblemente al rot punkt. Me toca el último largo, del que recordaba alguna alegría entre chapas, y la hay. Para colmo, antes de llegar a los dos últimos seguros (dónde más aleja), me lío y casi me quedo a vivir allí. Al final rectifico hacia el lado contrario y la cosa funciona mucho mejor, pero sigue alejando bastante. Una fisura ante mis narices me permite empotrar un cordino medio-fiable para dar moral y llegar a la chapa salvadora. Lo chapo y entonces veo al lado un agujero para poner parabolt. Sin duda un arreglillo de última hora del que me había olvidado por completo. Si alguien quiere ir, que me lo diga y le pasaría el parabolt y la chapa para ponerlos, de todas maneras no es difícil.
Todos constatamos la belleza de la vía y no entendemos muy bien porque se escala tan poco, más teniendo en cuenta que queda a la sombra la mayor parte de la jornada.
El nombre le viene por la revista editada anualmente (+ o -) por el club de escaladores franceses del mismo nombre.
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