EL PRISMA Y EL ESCUDO

En mi primera visita a estos dos sectores contiguos ya constaté las buenas posibilidades de escalada que ofrecían. Con la mejor roca digna del Ampriu y un marco incomparable, con el Maupás como telón de fondo, encontramos placas tumbadas con regletas, en ocasiones ínfimas.
Jordi Mena, fue el encargado de inaugurar estas paredes, bueno, realmente el segundo. Ya existían un par de itinerarios de dos largos, abiertos por Jordi Roca y compañeros. Otro viaje con Yaye nos permitió inaugurar alguna nueva alternativa interesante, y desde abajo. Con Josep Solé, un día de aquellos en que todo te sale mal, también acabamos aquí de rebote y materializamos el resto de itinerarios.
Finalmente una buena sesión de fotos y los puntos rojos correspondientes, cayeron con la ayuda de Juan Rivas y Korkuerika. Este último, tiene la buena costumbre de agarrarse a la columnilla entre-puertas de la furgo, Huan la cerró y la mano quedó dentro. Buaaaaaaa, abrimos rápidamente y sacó la maltrecha mano, le sugerí bajar al médico, pero como es muy maño no hizo falta y además estaba acostumbrado pués no era la primera vez que le pasaba. Aluciné porque aún escaló, y muy bien. Yo hubiera ido a tres médicos y hubiera estado una semana gritando del dolor.
La reseña adjunta no está totalmente actualizada y algún nombre se cambió, así la vía nº. 5 se llama El ruído y la furia y es un 7a bien bueno.