Afianzados en Ailefroide y con ganas de hacer algo en la parte del valle situada un poco más arriba, escogemos este itinerario. Visto de lejos y conforme nos aproximamos, el aspecto de la pared es realmente cutre y te dan ganas de dar media vuelta en busca de los bellos granitos de las zonas más bajas, pero el comentario de la guía y la curiosidad nos empujan a continuar. En medio del camino, una simpática marmota posa para las fotos a cambio de un poco de comida, los turistas flipamos con el nivel de auto-domesticación del bichejo.
Poco después nos adentramos en el Glacier Noir, llamado así por su oscuro color, en realidad el glaciar está debajo y tu ni lo ves, caminas sobre la inmensa cantidad de piedra que este va transportando hacia abajo. Tanto pedrusco hace pensar en la leprosidad de las paredes de esta zona de los Alpes, pero seguimos confiando en Cambón.
Una vez en la base, no se ve tan mal, no es maravilloso, pero no está tan mal como presagiábamos. La primera parte transcurre por granito de adherencia y regletas, una bonita escalada para ir calentando. Llegamos a una gran vira, dónde los aperturistas (muy amablemente) dejaron un par de bastones de esquí para ayudarnos en los 15 minutos de pateo que nos separan de la segunda parte. Ya que están, los uso (luego los volvía a dejar en su sitio, para el siguiente).
La segunda parte ya no es granito, y esto nos preocupaba más, es una especie de gneis rarillo y de tonos anaranjados, lo que nos hace presagiar lo tieso del terreno. Su aspecto es bastante cutre, indefinido y bastante intimidador, por lo desplomado. Comenzamos la escalada y la sorpresa es tremenda: la roca es sólida, la pared vertical o desplomada y los cantos enormes. Sin seguir una línea evidente, la vía recorre un terreno que inusual y fantasioso, una verdadera gozada canto tras canto hasta la misma cima. Rodeados de colosos blancos en un ambiente de primera. Ahora sólo quedan 570 metros de rápel.
-Punto de partida: Pre de Madame Carle, se trata de una gran explanada con aparcamiento dónde finaliza la carretera principal, un poco más arriba de Ailefroide.
-Aproximación: seguir el camino que se dirige a los glaciares Blanc y Noire, nos desviaremos a la izquierda hacia el glaciar negro, llamado así por su color debido a la cantidad de detritos rocosos que transporta, de hecho en ningún momento tenemos la sensación de caminar por un glaciar. Cuando pasamos bajo los contrafuertes, ascender a la derecha por una amplia canal entre dos largos espolones rocosos. Cuando ésta termina, se inicia la vía. Inscripción “SG” en la base. 1 hora.
-Descenso: en rapel, no siempre por la misma vía, ver croquis. Posibilidad de tener mala suerte y que se enganche la cuerda en alguno de los numerosos salientes de la parte superior.
-Orientación: sureste.
-Primera ascensión: 1.999 Gérard Fiaschi y Jean M. Cambon.
-Equipamiento: parabolts.
-Material: 12 cintas + R, puede ser útil algún friend pequeño/mediano.
-Observaciones: la roca es distinta de Ailefroide, se trata de un gneis de aspecto repelente, pero magnífico en realidad, ofreciendo una escalada muy vertical o desplomada con presas grandes en la parte superior. Abajo es más plaquero el asunto. Fantástico ambiente rodeados de glaciares y cimas de hasta 4.000 metros.
En realidad se trata de dos paredes que se unen con un pateo de 15 minutos, para minimizar el efecto sobre nuestras rodillas, los aperturistas tuvieron el detalle de dejar unos bastones de esquí al inicio de la caminata intermedia ¿estarán aún allá?, yo si que los utilicé. Contar unas 10 horas de coche a coche.
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