La verdad es que esta vía me sorprendió, resultando más bonita de lo esperado. Itinerario directísimo, siempre sobre roca excelente y con algunos tramos verticales y con buena presa. Los mejores largos, si no me falla la memoria, eran el primero y el último. De tan lógica que es, resulta muy extraño que nadie la hubiera abierto antes de Cesar (quién acabó en esta vía el último buril que le quedaba, después pasó a los spits). Después de la realización de la reseña, fue reequipada con parabolts, por lo que probablemente ahora no cuadren del todo los seguros.
Escalada fácil y rápida, para una mañanita (o tardecita de verano) o a combinar con otro itinerario vecino.
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