La población de Borriol se encuentra muy cerca de la capital y sería el siguiente centro principal de entrenamiento de sus habitantes. Consta de dos paredes separadas por una amplia autovía y con accesos y características bien distintas. El que cuenta con mayor número de itinerarios es el Racó de Farol. Tiene ciertas ventajas frente al Castellet: una roca muy abrasiva y sin pulir (de momento) y se ubica en un rincón bastante más tranquilo, en la montaña. Por el contrario sus paredes son bastante menos espectaculares que en el anteriormente citado Castellet.
Algo más de 50 vías dónde predominan los grados fáciles, en ocasiones muy fáciles (III), por lo que se convierte en una zona ideal para la iniciación, por otro lado el sector central ofrece alguna interesante alternativa de grado medio y con cierta longitud. No obstante no deja de ser una pared de interés bastante local, a visitar si estamos durante un período de tiempo prolongado por la zona. Personalmente, en un viaje fugaz, dedicaría ese día a visitar otros sectores más aparentes, salvo que deseemos pasar una relajada jornada en vías tranquilas y con vida social (sobre todo los findes).
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