El sector Durruti contiene algunas de las vías más verticales de Cavallers y durante los últimos años ha sufrido un cierto desarrollo. Para quienes vayan a escalar sólo con la guía y quieran recorrer la archi-clásica Laura deberán tener en cuenta los itinerarios que transcurren, bastante cerca, a derecha e izquierda.
Digeridoo coge un tramo en común y se desvía a la izquierda, punto este dónde numerosas cordadas (poco al loro de la correcta lectura de su croquis) se desvían involuntariamente. Esta recorre una serie de placas improtegibles de otra forma que no sea con chapas, hasta culminar en un último largo, mucho más desequipado, que los anteriores y dónde deberemos utilizar toda la artillería. Algunos pasos medio difíciles y obligados dan la guinda a una ascensión variada y a realizar con el 6b, sobre granito, bien consolidado. El L3, objetivo principal de la vía por su estética y dificultad, brinda unos muy atléticos pasajes por un espolón desplomado y liso, dónde las únicas presas de manos son los manotazos que le arreas al espolón liso como una mala cosa. Que yo conozca sólo tiene una ascensión en libre, pero escalando por la placa de la derecha y chapando (mal) los seguros situados a la otra banda del espolón. Personalmente es una de las numerosas cuentas pendientes de ir a probar, pero para la que nunca acabas de encontrar el momento o el compañero. Pero que, sin duda alguna, volveré a intentar un día de estos.
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