En la Torre de Marfil, sorprendentemente aún quedaba una placa continua y limpia sin abrir. Únicamente justo a la izquierda contaba con un itinerario y una variante, que recorrían las canales sucias y fisuras situadas inmediatamente a la derecha de la citada placa. Ante tal panorama nos pusimos manos a la obra y comenzamos la escalada, resultando una vía bastante disfrutona y sobre roca excelente. Ya de entrada se planteó algún problema sin demasiada importancia, como la colocación del segundo seguro, solventado gracias a medio clavo en una microfisura. El resto, ya todo en libre, fue sobre ruedas. Señalar que el musgo que puebla la segunda placa no constituye demasiado problema y se irá limpiando con las sucesivas repeticiones, imagino que se escalará bastante. Los últimos 15 metros recorren unas fisuras perfectas y se pueden asegurar a palmo con algún friendo mediano. Si vas bien en las placas de abajo, no son necesarios, con poner unas cintas en los dos pinitos situados estratégicamente, cubres la papeleta, pero eso ya que cada uno decida lo que más del convenga.
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