Las montañas de Xert son unas de las últimas estribaciones de los Ports y es en la Penyablanca dónde mejor se muestra el carácter típico de este macizo desconocido y salvaje. La Penyablanca es una bonita y céntrica roca, inaccesible para los únicamente excursionistas, ya que todas sus vertientes se hallan defendidas por paredes de mayor o menor longitud. Bajo su cima y en varias direcciones, se proyectan diversos caos de agujas y algunas aristas salpicadas por multitud de gendarmes. La que desciende hacia el Sur es la más larga y marcada, objetivo que cautivó a sus primeros ascensionistas.
Típico recorrido de arista calcárea, aunque sin ambiente (vacío) ya que las agujas no tienen mucha longitud. Deberemos sortear numerosas torres, muchas de ellas evitables. Será muy práctico tener bien clara la técnica de maniobras de rapel o descuelgues para que la ascensión no se convierta en una eternidad. Los rápeles son cortos (máximo 16 mts.) y todos constan de un solo punto, que será muy conveniente reforzar.
Tuve la suerte de recorrerla con el Pinxo, aunque con un final un tanto amargo gracias a los pinxitos del barranco de descenso. Sobre todo, no cometáis el error de ir en pantalón corto.
Una buen excursion...jejeje
ResponderEliminarSi, lástima de los pinxos, que no del Pinxo.
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